Hoy hablaremos de la sal, y no, nos enfocaremos en la cantidad adecuada para cada comida. Te contaremos cuáles son los beneficios que tiene la sal para el sistema respiratorio y cómo obtenerlos a través de la haloterapia.
Si tuviste algún familiar que vive en la costa, creciste cerca de la playa o ibas de visita constantemente, es probable que hayas escuchado a personas mayores decir: “lleven a ese niño a la playa para que suelte los mocos” y es que, puede que no lo sepas, pero el agua de mar contribuye al alivio de síntomas de la rinitis, sinusitis y otras enfermedades del sistema respiratorio, además de disolver mucosidades e hidratar las mucosas.
Ahora, ¿las personas que están alejadas de las costas cómo pueden obtener estos beneficios? Es aquí cuando entra la haloterapia, una terapia respiratoria con micropartículas de sal.
En 1843, Felix Boczkowski, un médico polaco, notó que los trabajadores que cumplían sus labores en las minas de sal de Wieliczka sufrían, en promedio, menos problemas respiratorios que la población en general. Luego de varias investigaciones llegó a la siguiente conclusión: los aerosoles salinos inhalados por los mineros y desprendidos en el ambiente, gracias al cincel y al martillo, eran los causantes de esta pequeña ventaja.
Boczkowski es considerado el padre de los tratamientos con salmuera y el precursor de las investigaciones sobre la haloterapia para tratar enfermedades del sistema respiratorio.
Hoy en día, la Salt Therapy Association asegura que dentro de los beneficios de la haloterapia están sus propiedades bactericidas, mucolíticas, hidrofílicas y antiinflamatorias, que pueden:
Se desinflama la mucosa respiratoria. La tos y las crisis de asma se hacen menos frecuentes y disminuyen su intensidad. Las rinitis y las sinusitis se alivian. La mucosidad sale con más facilidad.
Los microorganismos no se reproducen tan rápidamente en un medio salado, por lo que la sal tiene propiedades bactericidas (por ello es el conservante alimentario tradicional). Además, al desinflamarse las mucosas, se regenera la flora beneficiosa que vive en ellas y aumenta la protección contra las infecciones.
La rinitis crónica y otras molestias, consecuencias de las reacciones alérgicas, se reducen debido a los efectos antiinflamatorios y limpiadores de la sal.
De igual forma, la sal seca es super absorbente y actúa como una esponja, que atrae sustancias extrañas a lo largo de su recorrido por el sistema respiratorio. Todo esto resulta en un sistema respiratorio limpio, mayor ingesta de oxígeno, mayor energía y un sistema inmunológico fortalecido.
Generalmente, se llevan a cabo en salas donde el suelo, las paredes y el techo están cubiertas de sal, cuyo grado de pureza es de hasta un 99 %. En estos espacios también se instalan halogeneradores, unas máquinas encargadas de procesar la sal mineral en micropartículas respirables. Esto hace que se mezclen con el aire de la sala hasta alcanzar la saturación deseada. Además, se mantienen las condiciones óptimas de temperatura y humedad. Así, se favorece la absorción en el cuerpo y se consigue el máximo beneficio de la sal en las vías respiratorias.
Cada centro de haloterapia ofrece paquetes de sesiones de diferente duración, pero, en promedio, se cree que, para aliviar la sintomatología de resfriados, gripe, alergias, asma, sinusitis, bronquitis, faringitis y otras patologías son necesarias entre tres y cuatro sesiones. A partir de la cuarta sesión, la sal actuará directamente sobre la inflamación y se respirará cada vez mejor.
El tiempo recomendado de cada sesión oscila entre 50 y 60 minutos para adultos, mientras que a los niños les bastaría con permanecer en las salas entre 30 y 40 minutos.
Los beneficios de la haloterapia se han extendido hasta tal punto que todo tipo de deportistas la integran en sus tratamientos.
En el caso de los deportistas profesionales que están cerca de una competencia o se están sometiendo a pruebas físicas fuertes, se les suele recomendar una sesión diaria para lograr un máximo potencial respiratorio. A quienes hacen ejercicio al aire libre, quieren mejorar su rendimiento y fortalecer su sistema inmunológico, se les recomienda unas tres sesiones semanales. Finalmente, los deportistas aficionados que no tengan patologías pueden realizar sesiones esporádicas, para mejorar la oxigenación.
Aunque se continúan investigando y comprobando los beneficios de la haloterapia, su origen natural ha logrado que, hasta el momento, no existan contraindicaciones, por lo que puede ser utilizada como tratamiento complementario a los procedimientos médicos regulares. Antes de considerar la haloterapia como una opción, consulta con tu médico.